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   Reseña histórica del ajedrez por computadora (II)

Pero demos un salto, pues los nombres y las cifras siempre resultan excesivamente monónotos y situémonos en uno de los finales de etapa a la que nos ha conducido esta carrera por mejorar los programas y los soportes que los hacen avanzar: el primer match que en 1967 enfrentó a los dos colosos en esta lucha, Rusia y Estados Unidos. El primero jugaba desde el Instituto de Física Teórica y Experimental de Moscú, mientras que los americanos lo hacían desde la Universidad de Standford, en Palo Alto, California. Las jugadas se transmitían por telégrafo y se jugaron cuatro partidas. El programa ruso M-20 derrotó al americano IBM-7090 por 3 a 1. Entendemos que este histórico encuentro debe quedar recogido en nuestras páginas y que, por otra parte, servirá para que nuestros lectores puedan comprobar cómo jugaban estos primeros programas. He aquí una de las citadas partidas:

M-20 (URSS) - IBM-7090 (EUU) [C46]

Match telegráfico EEUU-URSS, 1967

1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Cc3 Ac5? 4.Cxe5! Cxe5 5.d4 Ad6 6.dxe5 Axe5 7.f4 Axc3+ 8.bxc3 Cf6? 9.e5 Ce4? 10.Dd3 Cc5? 11.Dd5! Ce6? 12.f5 Cg5? 13.h4 f6? Las cinco últimas jugadas del negro justifican el rápido final. (diagrama) 14.hxg5 fxg5 15.Txh7! Tf8 16.Txg7 c6 17.Dd6 Txf5 18.Tg8+ Tf8 19.Dxf8#

1-0

Hay que reconocer que el juego realizado resulta muy ingenuo y plagado de errores de bulto, pero no hay que olvidar que estos programas son de ¡hace 20 años!

Como ocurre siempre, tras el enfrentamiento de los dos colosos, surgieron nuevos programadores en otros países y comenzó a desarrollarse una activa competencia entre sistemas y, como no, intereses comerciales porque, si hasta entonces el ajedrez por computadora se había manifestado a través de los gigantescos ordenadores denomindados mainframes, pronto se vió que aquellos programas podían ser aplicables a máquinas de reducido tamaño y sólo se trataba de encontrar los microprocesadores adecuados. Y así fueron saliendo "al mercado" los nuevos juegos de ajedrez electrónico o "micros dedicados", compitiendo, en muchos casos con éxito, frente a los gigantescos hermanos mayores, los mainframes.

La actividad que todo este mundo fue moviendo hizo preciso y aconsejable la organización de asociaciones que controlasen su desarrollo. Así surgieron empresas comerciales que luchaban por contratar a los mejores programadores para sus productos, y agrupaciones de aficionados, revistas técnicas especializadas, campeonatos, etc.

Y así llegamos al verdadero punto de arranque de nuestro reportaje: los campeonatos mundiales que, una vez planificada y organizada una situación estable en este campo, se imponía celebrar.

A fin de establecer un orden, hemos clasificado los distintos torneos que se vienen celebrando en todo el mundo en tres grupos:

a) El Campeonato Mundial de Computadoras e Ajedrez.

b) El Campeonato Mundial de Microcomputadoras Dedicadas.

c) Otros campeonatos celebrados en distintos pasíses, de índole diversa.

El primer grupo, como es natural, comenzó a funcionar primero. Reunía a los citados mainframes (aún no había micros "presentables"). El primer torneo se celebró en 1974 y se acordó que se jugaría cada tres años. Hay que suponer que este largo plazo se estableción pensando, en aquellos tiempos, que la técnica de los ordenadores de ajedrez no iba a tener la rápida y sorprendente evolución que ha tenido, rebasando los cálculos más optimistas.

Se jugaba desde los centros de origen de cada ordenador, por teléfono. Se establecieron unos controles elásticos y severos. Se impuso un criterio de formalidad, lo cual es loable y ejemplar; sistema que se ha mantenido por encima de todo. En los últimos años, aparte de los citados macroordenadores han participado también programas sobre soportes reducidos, es decir, "micros" comercializados, ya que en realidad se trata del campeonato mundial de ordenadores de ajedrez y todos tienen derecho a participar.

Pero como la base real de la evolución del ajedrez electrónico ha sido su comercialización, por las cuantiosas sumas de dinero que mueve, en cuanto las distintas firmas comenzaron a participar en esta lucha de mercados, estimaron que no era suficiente el celebrar el campeonato mundial cada tres años. A través de la Asociación Internacional de Ajedrez por Computadora (ICCA), con sede en Holanda, establecieron un torneo mundial paralelo, pero a celebrar anualmente y sólo para microcomputadoras. Este certamen se inició en 1980. Sin embargo, al margen de estas dos competiciones oficiales, se vienen celebrando otras muchas en distintos países todos los años y ajustadas a fórmulas muy diversas. Posiblemente, el país que más atención y dinero ha dedicado a este tema sea Estados Unidos. Todos los años celebra distintos torneos en los que participan los más avanzados programas de ajedrez. Unas veces entre ellos, otras en régimen abierto, compitiendo máquinas y humanos de alta calificación.

Estas confrontaciones sirven, entre otras cosas, para poder dar una coloración de fuerzas a los ordenadores de ajedrez, estableciendo así las clasificaciones periódicas, bien general o bien sean "micros", mainframes o programas sobre ordenadores domésticos. Estas listas a veces difieren entre sí, ya que países como Holanda, Suecia, Alemania, Francia, etc., celebran también sus pruebas, elaborando por tanto sus clasificaciones de acuerdo con los resultados que obtienen. No obstante, hay que reconocer que, en general, existe una cierta coincidencia cuando se trata de clasificar las computadoras más significadas. En España, hasta ahora, apenas se han celebrado torneos de este tipo. Recientemente, en Zaragoza, se jugó una interesante competición, de la que se dió cumplida información en las páginas del anterior Boletín. Por otra parte, expertos en la materia someten a los distintos ordenadores a "tests" de calidad, lo que da lugar a conclusiones de sobre la valoración de gran fiabilidad.

Añadamos, como colofón a este comentario, que siempre ha sido motivo de satisfacción y curiosidad el éxito de una computadora sobre algún calificado jugador humano, por lo que de significativo tien tal resultado, sobre todo porque durante mucho tiempo -y aún hoy en día- hay críticas negativas sobre el futuro de estas portentosas máquinas que saben jugar al ajedrez.

 

Manuel Tapp

(ANACA, boletín 1, Enero 1988)